Pero hubo un coche que empezó con todo esto.
Al principio de la década de los 90 Williams venía subiendo puestos en la parrilla habiendo ganado su último campeonato un par de años atrás con Nelson Piquet. La razón de este subidón de calidad fue debido a su motorista : Renault. y a su diseñador, Adrian Newey.
El motor V10 de Renault era el mejor de la categoria, incluso por delante de las Honda de McLaren.
La mano de Newey era tan hábil que el FW14B, modelo de 1991 y 1992, año en que incluso fue campeón con Nigel Mansell, no necesitó un sucesor hasta 1993. El FW15C era un 12% más eficiente aerodinámicamente que su predecesor y se diseñó para llevar a bordo la última tecnología disponible, como la suspensión 100% activa.
Suspensión del FW15C |
Este controvertido sistema fue algo clave para que el FW15C fuera tan exitoso como fue, la suspensión se encargaba de alturar la dureza y altura y todas las variables para conseguir el rendimiento óptimo del coche en cada sección de la pista. Otra novedad que incorporaba este coche era el sistema Push-To-Pass, que elevaba la altura trasera para reducir la resistencia aerodinámica que generaba el difusor, consiguiendo mayor velocidad punta. Además integraba control de tracción, control de estabilidad y ABS.
El Motor era un V10 atmosférico de 3.5 litros con válvulas neumáticas que generaba 780 caballos de fuerza. Además llevaba una caja de cambios semiautomática montada transversalmente dirigida por levas en el volante. La transmisión también llevaba ayudas electrónicas, gracias al boton "one-up" que permitía hacer los cambios de marcha en revoluciones óptimas.
En cuanto a competitividad, el FW15C estaba a un mundo de diferencia de sus rivales en pista, tanto los McLaren como los Ferrari estaban a más de 2 segundos de ambos Williams.
Eventualmente Alain Prost consiguió su 4to mundial de pilotos y al final de temporada toda la tecnología que empleaban los coches fue prohibida, dejando a Williams sin opciones más que seguir un camino más convencional.
Publicado por Juan González
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